Vivir en una casa con jardín puede ser un sueño anhelado para muchas personas y familias, un espacio verde y amplio para tomar sol, hacer barbacoa o reunirse en familia, es realmente muy atractivo.
Sin embargo, muchas veces el precio de estas viviendas resulta inalcanzable, mientras que los costos de mantenimiento y seguridad pueden resultar bastante elevados.
¡Pero tranquilo, no te desanimes!
¡Lee este post hasta el final y toma nota, que te explicaremos que conseguir casas en venta con jardín no necesariamente significará asumir los elevados costos en seguridad y mantenimiento!
Ventajas y desventajas de las casas con jardín
El gusto por las casas con jardín de la mayoría de las familias se basa principalmente en las libertades que este tipo de vivienda pueden dar a sus residentes, es decir, ese espacio propio para la recreación y el esparcimiento que es posible aprovechar cada vez que quieran.
Entre las innegables virtudes de tener la oportunidad de conseguir casas en venta con jardín se encuentran:
- Añaden valor a la propiedad;
- Dan elegancia y frescura a la propiedad;
- Te mantienen en contacto con la naturaleza;
- Crean espacios de sombra;
- Te ayudan a mantenerte activo;
- Te aleja del estrés diario;
- Disfrutas de los regalos de la naturaleza (flores y/o frutos).
Sin embargo, este pequeño edén particular, además de elevar significativamente el precio de las viviendas, lo que tal vez signifique que quede fuera del alcance de tu presupuesto, puede traer consigo una serie de gastos y problemas en los cuales quizás, nunca antes te habías detenido a pensar.
Otro aspecto a considerar es que si necesitas vivir en el centro de la ciudad por razones de trabajo, estudios o accesibilidad, es poco probable que puedas encontrar casas en venta con jardín y de hacerlo, los precios pueden resultar verdaderamente muy elevados.
Por otra parte, si llevas un ritmo de vida copado y acelerado, difícilmente podrás ocuparte del mantenimiento del jardín y esto puede ocasionar dos cosas, la primera es que en lugar de ser un bonito espacio que agregue valor y confort, se convierta en una fea y descuidada extensión de tu vivienda.
El segundo, que debas contratar un jardinero que cuide de él y lo mantenga hermoso, pero esto claro está, significa un gasto extra que deberás incluir en tu presupuesto.
De igual forma, a menos que tu casa con jardín se encuentre dentro de un coto privado con vigilancia, la seguridad de tu vivienda será un poco más vulnerable al tener este acceso abierto.
¡No te desanimes y sigue leyendo! Siempre hay opciones.
¿Por qué un departamento en un coto privado es una mejor opción?
Elegir vivir en un fraccionamiento privado es la mejor opción si buscas comprar en un espacio seguro, agradable, con áreas verdes y zonas de juego a un precio asequible.
Los beneficios de vivir en un coto privado son muchos y una vez que los descubras, seguramente no vas a querer renunciar a ellos, es por eso que la tendencia desde hace ya algunos años se inclina hacia este modelo de desarrollos verticales con amenidades para el disfrute de toda la familia.
Entre las principales ventajas que te ofrece el vivir en un fraccionamiento privado se encuentran:
Seguridad
Todos los cotos privados cuentan con seguridad privada las 24 horas del día, los 365 días del año, lo que ofrece un mejor y mayor control sobre las personas que entran y salen, monitoreo de las áreas comunes a través de cámaras de seguridad y velocidad controlada para la circulación de vehículos.
¿En qué se traduce todo esto? En que puedes vivir sin temor al hampa, salir de viaje sin tener que preocuparte por un robo en tu residencia y tus hijos pueden caminar o andar en bicicleta sin temor a sufrir accidentes o ser víctimas de la delincuencia.
Tranquilidad
En un coto privado no tendrás que preocuparte por ruidos molestos, la circulación de vehículos o el mantenimiento de los jardines. Al traspasar la entrada del fraccionamiento solo tendrás que preocuparte por relajarte y disfrutar de todas las comodidades de estar en casa.
Plusvalía
Este tipo de propiedades tiene una plusvalía asegurada debido al constante mantenimiento de sus áreas comunes, las exigencias de conservación que contemplan para los residentes y la seguridad que ofrecen.
Adicionalmente, este tipo de propiedades son mucho más fáciles de rentar o vender, dado que los muchos beneficios que ofrecen, generan una alta demanda.
Calidad
Por lo general, las viviendas en fraccionamientos privados son edificaciones nuevas o de poca data y han sido construidas con materiales reciclables o renovables que proporcionan ahorro y eficiencia en el uso de los servicios, dándoles un carácter sustentable.
Adicionalmente, el constante mantenimiento que reciben las convierte en estructuras duraderas y de calidad.
Amenidades y servicios
Estas varían en cada fraccionamiento, pero por lo general puedes contar con parques con juegos para niños, canchas deportivas, espacios verdes, alberca, veredas para caminar o correr y hasta salones para eventos.
Todo esto, además de ofrecer opciones permanentes para el disfrute y el esparcimiento, le otorga un gran valor agregado a tu propiedad.
Otras
¡Pero aún hay más! Si compras un departamento en un coto privado no tendrás que volver a preocuparte por heces de mascotas en las aceras o jardines, grafitis en las paredes de tu edificio, ruidos molestos a altas horas de la noche, recolección y disposición de la basura, vendedores de puerta en puerta o visitas no autorizadas de índole religiosa.
¡Además, siempre podrás disfrutar de calles amplias, limpias y bien iluminadas!
¡Llegamos al final del artículo!
Otra ventaja que puedes tener al comprar un departamento en un coto privado, en lugar de una casa con jardín, es que por ser los primeros la tendencia actual, puedes adquirirlos en etapa de preventa, lo cual con toda seguridad hará que el precio sea considerablemente más bajo y la plusvalía más elevada.
Como verás, el comprar un departamento en un fraccionamiento privado puede darte mayores beneficios que una casa con jardín, al ser una propiedad más seguro y a un precio definitivamente más accesible para tu bolsillo.
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