
Ir al gimnasio es una tarea que requiere de muchísima fuerza de voluntad y motivación, pero la realidad es que no todas las personas tienen la capacidad de encontrarlas.
Muchos de nosotros conocemos a personas que al cabo de dos o tres semanas de asistencia a estos lugares para el entrenamiento físico, simplemente dejan de ir, desaparecen.
Algunos, para justificar su poca perseverancia, esbozan excusas que van desde lo laboral hasta cuestiones de tiempo. Incluso los chicos pueden ser una excusa para no ir a hacer ejercicio.
Si eres de ese tipo de personas que les cuesta ser constante en el gimnasio y necesitas motivación para ir, entonces estás en el post correcto, pues en estas líneas te enseñaremos cuáles son esas razones de las que te debes sostener para continuar asistiendo al gimnasio.
¿Te gusta el tema? ¡Sigue leyendo hasta el final!
1. Busca un gimnasio que sea al aire libre
Una de las recomendaciones más útiles para motivarte al ir al gimnasio es escoger uno que sea más al aire libre y que te permita respirar aire puro.
Normalmente en los parques de las ciudades más importantes, siempre hay entrenadores personales que organizan actividades de cardio y musculación.
Lo ideal es buscar en esos lugares a la persona que mejor se adapte a lo que quieres, a fin de que tu rutina sea más divertida y relajante.
Incluso, muchos establecimientos que cuentan con estructura física también han ideado jornadas al aire libre, por lo que tu gimnasio de confianza probablemente te ofrezca alguna opción al respecto.
2. Apuéstate algo para conseguir tus objetivos
Si eres de espíritu competitivo, y por ende, necesitas una motivación para completar tus objetivos qué mejor que apostarte una cena por todo lo alto con tu pareja o tus mejores amigos.
El objetivo es demostrarte a ti mismo que eres capaz de acudir tres veces a la semana al gimnasio durante los siguientes tres meses del año.
En caso de que lo consigas, después de observar los resultados positivos que obtendrás durante todo ese período, que no te quepa la menor duda de que la falta de motivación para entrenar en el gimnasio no va a ser ningún problema.
3. Busca la rutina que más se parezca a ti
Muchas veces resulta absurdo llevar a cabo una actividad que más que una emoción se convierte en un suplicio. Lo ideal es encontrar algo que te saque una sonrisa cada vez que lo ejecutas.
En este sentido, es normal que no quieras cruzar la puerta de tu casa rumbo al gimnasio, para realizar tu rutina de ejercicios.
La recomendación en este caso es hallar la actividad que más va contigo, ya que es usual que pasarte media hora levantando pesas ya no te genere ninguna emoción.
4. Ve a entrenar en buena compañía
Escoger a un buen compañero para ir al gimnasio y llevar a cabo de forma conjunta la rutina casi siempre es una de las soluciones más afectivas a corto plazo.
La realidad es que de muy poco sirve encontrar a una persona que a la primera de cambio abandone la rutina.
También es muy incómodo conseguir al típico acompañante que intenta darte consejos a cada movimiento que realizas, sobre todo si eres nuevo en el tema.
En cambio, siempre es importante hallar a una persona más motivada, que pueda entender la seriedad de la rutina y que se la tome en serio, y que incluso te eche una mano con las series.
Lo recomendable es que dependiendo de tu personalidad, hagas una escogencia de un compañero que consiga motivarte para alcanzar tus objetivos.
5. Piensa en las ventajas de hacer ejercicio
No obstante, otra de las razones poderosas para continuar yendo al gimnasio es tener claro cuáles son los beneficios que el deporte te puede aportar, no solo desde el punto de vista físico, sino además en lo psicológico.
Así, si consigues entrenar al menos tres veces a la semana notarás muy rápidamente cambios en tu cuerpo.
Entre los avances más evidentes que observarás están una mejora en la condición y forma física, mantener el peso corporal o el aumento progresivo de la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
Asimismo, a nivel psicológico también notarás mejoras en el bienestar general, mejores niveles de autoestima, e incluso podrás dormir mucho mejor.
6. Prepárate una lista de tus mejores canciones
Si necesitas una buena selección musical para que tu cuerpo se active con el ejercicio, entonces no esperes más y elabora tu playlist favorita.
Hay personas que se activan con ritmos más nuevos como el trap, hip hop o reaggeton, pero si tus preferencias son canciones más viejas de rock, pop o cualquier otro ritmo, está bien. Lo importante es que te motives.
Sin embargo, entre gustos no hay nada escrito y si ese tipo de música es lo que te motiva entonces puedes usarlas.
7. Utiliza las aplicaciones móviles
En la actualidad se encuentran una serie de aplicaciones móviles para todo, pero muy especialmente para ayudarte a no olvidar tu cita para ir el gimnasio y cumplir con tu rutina.
Con solo tu teléfono celular tendrás la posibilidad de registrar toda tu actividad física, e incluso establecer muy bien tus objetivos y hacer un seguimiento a tus avances en el entrenamiento.
Igualmente podrás compartirlos en las redes sociales o conocer nuevos métodos de entrenamiento que probablemente incentiven más tus estímulos.
En fin, las aplicaciones son pequeñas herramientas que también pueden aportarte ese plus de inspiración que andas buscando.
¡Llegamos al final!
Esperamos que todos estos consejos te hayan sido de mucha ayuda para entender la importancia de ir al gimnasio y conseguir esa motivación que necesitas.
Lo fundamental es que te sientas bien, motivado y con ganas de hacer deporte y alcanzar tus objetivos.
Si además de motivarte a ir al gimnasio, quieres saber sobre las ventajas de contar con espacios naturales, te invitamos a leer el siguiente post: Beneficios de vivir en contacto con la naturaleza.