Inversiones en bienes raíces: ¿Por qué son tan recomendadas por los expertos?
05 marzo 2022
Las inversiones en bienes raíces son ampliamente recomendadas por expertos en finanzas, economía y negocios en general.
Si estás pensando en optimizar tus ahorros y hacer un estratégico movimiento de capital, comprar un bien inmueble es, sin duda, un paso muy favorable.
Pero, ¿Por qué resulta tan conveniente esta opción de inversión? ¿Qué beneficios concretos te proporcionará? ¡Enseguida responderemos estas preguntas!
A continuación, te dejamos una lista de los grandes atractivos de las inversiones en bienes raíces.
¡Sigue leyendo!
Legado familiar
Los beneficios de las inversiones en bienes raíces van incluso más allá de lo financiero.
Una propiedad es seguridad, estabilidad y, sobre todo, un valioso legado familiar.
El inmueble que compres hoy como inversión podría ser en el mañana el techo que les dé cobijo y protección a tus hijos o, incluso, nietos.
En definitiva, será un activo valioso que siempre estará a disposición de la familia y las nuevas generaciones.
Expectativa de plusvalía
A diferencia de los autos y otros bienes de valor, los inmuebles no suelen despreciarse con el pasar del tiempo.
Al contrario, este tipo de activos se caracterizan por aumentar su valor de forma constante, generando plusvalía para sus propietarios.
Existen diferentes motivos que influyen en la expectativa y tendencia de precio de un inmueble, como:
- Amenidades y exclusividad (por lo cual conviene priorizar opciones dentro de cotos y fraccionamientos).
- Seguridad, vigilancia y protección.
- Cercanía con zonas de interés, como universidades, tiendas y grandes centros de atracción, como parques y estadios de fútbol, por ejemplo.
- Demanda; es decir, la cantidad de personas interesadas por vivir en el lugar, debido al nivel de vida, la propiedad, las oportunidades laborales en sitios cercanos y otros aspectos.
- Crecimiento de la zona: nuevos desarrollos inmobiliarios, apertura de comercios, etc.
Una opción de inversión que cumpla con todas estas características debe ser tu prioridad.
Seguridad jurídica
Al momento de hacer una inversión, las expectativas financieras no son lo único que debes valorar.
También, es importante garantizar que el movimiento de capital será estable y seguro, evitando cualquier tipo de estafa e imprevistos.
Precisamente, las inversiones inmobiliarias cumplen con este requisito al pie de la letra.
Al comprar un departamento, por ejemplo, adquirirás un título de propiedad reconocido, válido y oficial, que te servirá para hacer valer tus derechos y proteger tu inversión en todo momento.
Eso sí, aunque se trata de una opción – en líneas generales – muy segura, ningún mercado está libre de estafas y de grupos y personas con poca ética e intenciones delictivas.
Por ese motivo, solo realiza negociaciones con desarrolladores inmobiliarios y empresas establecidas y debidamente registradas.
Por otro lado, puedes apoyarte en asesores que te guíen desde el punto de vista legal y burocrático.
Fuente de ingresos constante
La plusvalía es una palabra que siempre escucharás cuando se trata de inversiones inmobiliarias. Es el principal aspecto en el cual se basan consultores y asesores para recomendar este tipo de movimientos de capital.
No obstante, desde el punto de vista financiero, no es el único gran beneficio. Además, una propiedad puede generarte ingresos de manera constante, a través de la renta.
Rentar un departamento permitirá que cada mes tengas una entrada adicional de dinero, que contribuirá con tu liquidez y poder adquisitivo.
En este sentido, conviene invertir en zonas y opciones con altos niveles de demandas de renta, por parte de estudiantes universitarios, profesionales, emprendedores y otros potenciales inquilinos de buen perfil.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara, por ejemplo, las rentas suelen apreciarse y tienen excelente proyección a futuro, al tratarse de una metrópoli con elevada calidad de vida y en la cual abundan las oportunidades laborales.
Aumento del patrimonio
Pocas inversiones aumentan el patrimonio de forma tan significativa como la compra de un inmueble.
Se trata de un activo tangible, tasado a un determinado precio de mercado y que siempre tendrá demanda, que además agregará valor y solidez a tu historial financiero y tu situación económica actual.
A diferencia de mercados bursátiles y otras inversiones, los inmuebles no son volátiles en cuanto a la dinámica de precios y sirven como garantías y aval ante instituciones financieras y para diferentes transacciones.
Protección financiera a largo plazo
Muchos de los aspectos mencionados hasta ahora demuestran que las inversiones inmobiliarias garantizan protección financiera a largo plazo.
Se trata de movimientos de máxima seguridad jurídica, con proyección favorable y que pueden servir de respaldo financiero en todo momento.
Disponer de una propiedad para vender o rentar te puede sacar de un apuro económico en cualquier momento o ayudarte a abrir una nueva fuente de ingresos siempre que lo necesites.
Además, como mencionamos, puede servir de garantía financiera, para así facilitar el acceso a una oportunidad de crédito y financiamiento.
Bajo costo de mantenimiento
Si valoramos el beneficio financiero asociado y el precio del bien, el costo de mantenimiento de los bienes raíces es bastante bajo.
Tan solo deberes pagar unos pocos pesos por un bien tasado en millones, que además te generará rentabilidad gracias a la plusvalía típica del mercado e, incluso, por medio de la renta.
Si comparamos con un coche, por ejemplo, la relación del costo de mantenimiento es considerablemente favorable.
Un auto demanda combustible, reparaciones, seguro y múltiples gastos, a la vez que es un bien de menor valor que, además, tiende a despreciarse con el pasar del tiempo.
Bien fácilmente transable
Si estás comprando una casa o departamento con fines de negocio, debes saber que estás dando los pasos correctos.
Siempre que hagas una inversión, no solo debes pensar en la rentabilidad económica que esta te brinde, sino en la facilidad de obtener una importante suma de dinero cuando quieras desligarte de ella o cambiar de mercado.
En el caso de las propiedades, son bienes fácilmente transable, es decir, que tienen una alta demanda en los mercados y que siempre podrás vender en caso de que, por ejemplo, quieras dejar a un lado el negocio de generar ingresos a través de la renta de un departamento.
Por otro lado, no se trata de un aspecto coyuntural, es decir, la alta demanda de las propiedades siempre será una realidad, pues aunque son bienes costosos, son de primera necesidad para las personas y familias.
Incluso, la manera en cómo está cambiando el mundo nos dice que en el futuro las casas y departamentos tendrás una mayor relevancia para las personas y, en consecuencia, se dispararán los niveles de demanda.
Una señal de esto es el aumento acelerado del Home Office. Esto nos dice que ahora las personas pasan más tiempo en un casa y que además es también su lugar de trabajo y de generación de ingresos económicos.
De esta manera, cada vez más las personas anhelan tener un hogar propio amplio y de calidad, en el cual puedan tener sus propias oficinas y pasar prácticamente las 24 horas del día.
Así, tú, como hacedor de inversiones en bienes raíces y propietarios de varios depas o casas, siempre tendrás un potencial comprador con hacer negocios cuando consideres que sea el momento de vender.
¡Felicidad!
Sí, comprar una casa o departamento es sinónimo de felicidad. Muchas investigaciones reflejan que quienes tienen un hogar propio tienden a disfrutar de mayor bienestar y tranquilidad diaria.
Por ejemplo, de acuerdo a un estudio de una consultora estadounidense, citado por Dinero en Imagen, quienes adquieren una casa propia reportan mayores niveles de satisfacción que los inquilinos.
Esto obedece a múltiples razones, como:
Tu dinero se queda contigo
Imagina que compras una propiedad a crédito, como lo hacen muchas familias.
Si bien deberás hacer un esfuerzo mensualmente para pagar parte del financiamiento, al final del día será dinero que estará quedándose contigo, pues irá dirigido a un bien de valor que es de tu propiedad.
En cambio, los inquilinos ven como todos los meses deben destinar gran parte de su presupuesto a pagar una renta, que al final del día no es más que un servicio necesario, pero que no agrega ningún valor a patrimonio personal.
Objetivo aspiracional
Otra razón por lo cual los estudios reflejan que los propietarios son más felices que los inquilinos está ligada al aspecto aspiracional.
Para la gran mayoría de las personas y familias, tener un hogar propio es uno de los principales objetivos de vida.
En consecuencia, al lograrlo, acceden a un grado mayor de felicidad y tranquilidad.
Menor incertidumbre
Quienes tienen una casa propia tienden a enfrentarse a menos incertidumbre en su vida diaria, al menos desde el punto de vista económico.
Una persona que vive rentada tiene que asegurarse de generar todos los meses el dinero necesario para poder pagar este servicio, de lo contrario, podría quedarse sin un techo donde vivir.
En cambio, los propietarios saben que quizás puedan enfrentarse a una mala temporada económica, como toda persona en algún momento de su vida, pero que siempre tendrán una casa propia donde estar resguardados.
Bonus: consejos para hacer inversiones en bienes raíces
Ahora que conoces por qué los expertos recomiendan tanto las inversiones en bienes raíces, posiblemente quieras documentarte sobre qué pasos dar para iniciarte en este mercado con éxito.
Por esa razón, como bonus, te dejamos esta sección con una lista de recomendaciones claves a considerar.
¡Toma nota!
No dudes en acudir a la asesoría experta
Las inversiones en bienes raíces, como ya sabes, brindan una gran seguridad jurídica y están entre las más confiables que puedes hacer.
Sin embargo, que se trata de una inversión segura no significa que puedas confiarte y hacer las cosas de manera improvisada.
Al contrario, para una inversión segura y con excelente expectativa de retorno, asesórate con verdaderos expertos del mundo inmobiliario, así como también con especialistas en temas legales y jurídicos.
Calcula tu ROI inmobiliario
El ROI inmobiliario es un indicador fundamental para todo inversionista en este giro. Como en cualquier negocio, es necesario proyectar cuándo se obtendrá de regreso el dinero destinado a la compra de una propiedad.
Para estimar tu ROI, debes en primer lugar esclarecer cuánto será la inversión total. Suma el costo de mercado de la propiedad más impuestos, gastos burocráticos, asesoría jurídica y otros costos de inversión.
Luego, proyecta los beneficios económicos que obtendrás tanto por la plusvalía típica de los inmuebles como por los ingresos mensuales derivados de la renta.
Una vez definido tanto la inversión total como el beneficio, podrás hacer este balance final.
Haz negocios con actores claves del mercado
Para mayor seguridad, transparencia y flexibilidad de pagos, es preferible hacer negocios directamente con actores claves del mercado, con experiencia comprobada, como es el caso de los desarrolladores inmobiliarios.
En el caso de los desarrolladores, no necesitarás intermediarios y harás negocios directamente con los creadores de un determinado coto y condominio, evitando riesgo de estafas e incluso obteniendo mejores precios.
Define objetivos específicos
Como en todo negocio, las inversiones en bienes raíces necesitan perseguir objetivos específicos y previamente definidos.
Aumentar tu patrimonio, obtener una nueva fuente de ingresos mensuales a través de la renta, invertir en una zona con alta proyección de plusvalía e incluso todas a la vez son algunas de las metas que podrías definir.
¡Muy bien! Ahora conoces, a ciencia cierta, cuáles son los principales atractivos de las inversiones en bienes raíces y, además, qué consejos debes seguir para hacerlas con éxito.
Todos estos puntos demuestran que se trata de uno de los mejores movimientos de capital que puedes hacer, que generará un impacto positivo en tu vida y la de tu familia tanto a corto como a mediano y largo plazo.
No importa si eres inversionista o cabeza de familia, comprar una propiedad añadirá felicidad y tranquilidad a tu vida, así que, ¡adelante!
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