Comprar un inmueble propio se considera como una de las mejores inversiones que se pueden hacer, ya que suelen aumentar su valor a largo plazo, lo que proporciona mejores ganancias que otro tipo de inversiones.
Sin embargo, también se sabe de personas que lamentan haber invertido en bienes raíces porque su inmueble ha perdido valor y culpan de ello al mercado y a la mala suerte, sin saber que son muchos los factores que pueden hacer que ocurra esto.
Con eso en mente, en este post te mostraremos seis claves para evitar la depreciación de un inmueble propio.
1. Flujo de caja negativo
Si deseas ganar dinero con un inmueble propio, debes planificar tenerlo por un largo período de tiempo porque, como mencionamos, los bienes inmuebles suelen aumentar su valor a medida que pasa el tiempo.
Además, con el tiempo los préstamos se terminan de pagar, el precio del alquiler suele aumentar y el valor en general aumenta.
El problema surge cuando los inversores adquieren una propiedad que tiene pérdidas todos los meses. Es un error comprar un inmueble asumiendo que su precio subirá por arte de magia y que no tendrás problemas en venderlo más tarde. Absolutamente, nadie sabe con seguridad lo que va a hacer el mercado.
Entonces, la solución es adquirir un inmueble que genere beneficios mes a mes y así evitar el flujo de caja negativo, lo que te protegerá de una posible caída del mercado o estancamiento de los precios.
2. Un exterior poco atractivo
El atractivo exterior es uno de los aspectos más importantes cuando se trata de mantener el valor de una propiedad, sobre todo cuando se quiere vender.
Si no se le da un aspecto bonito, pulcro y cuidado que atraiga a compradores o inquilinos potenciales, puedes tener por seguro que la propiedad te generará pérdidas.
Para hacerlo, es una buena idea mantener el césped corto, añadir una nueva mano de pintura, agregar algunos adornos como plantas decorativas, lavar las ventanas y mantener el frente libre de basura.
3. Distribución óptima de los espacios
Cuando se trata de mantener el valor de un inmueble propio, es una buena idea ordenar y reorganizar las habitaciones para aprovechar al máximo el espacio disponible.
La clave es crear la sensación de que las habitaciones son más grandes sin gastar un dinero extra. Se pueden mover los muebles, arreglar el desorden y limpiar.
Y al momento de vender, lo mejor es dejar el espacio lo más vacío posible, con muy poco mobiliario y decoraciones puestas, ya que los compradores potenciales necesitan imaginar sus propios muebles para decidir si pueden vivir en esa casa o departamento.
4. Daño estructural
Con el tiempo, podrás notar pequeños detalles como una teja faltante o una grieta en los cimientos de la propiedad.
Aunque puede parecer tentador ignorar estos problemas porque parecen de poca importancia, siempre es mejor tratarlos de inmediato, ya que un pequeño problema a menudo conduce a uno más grande si no se resuelve pronto. Y al final, las reparaciones te saldrán mucho más costosas.
Hay muchos signos de daño estructural que se pueden presentar en un inmueble:
- Termitas.
- Espacios expuestos entre paredes.
- Techo hundido o con goteras.
- Ventanas y puertas mal ajustadas.
- Grietas en techos y paredes.
- Madera podrida.
- Pisos irregulares.
- Hormigón que se está desmoronando.
Con tal cantidad y variedad de problemas que tienen sus causas y soluciones, lo mejor es contratar a un experto que pueda identificar el problema y arreglarlo de la mejor forma posible.
5. Instala elementos que permitan ahorrar y reduce los costos de energía
La cantidad de dinero que pagas mes a mes por energía eléctrica puede parecer una cantidad fija, pero en realidad se puede reducir si se maximiza la eficiencia energética de la propiedad. Y además, ayuda a evitar la contaminación del medio ambiente generado por la producción de energía eléctrica nacional.
Hay varias cosas que se pueden hacer para ahorrar y reducir el consumo de energía:
- Reemplaza los focos obsoletos por focos LED: aunque su precio es más elevado, a largo plazo ayudan a ahorrar más dinero. Los focos LED consumen alrededor de 80% menos energía que los focos incandescentes y tienen una vida útil en promedio de 10 años.
- Revisa la instalación eléctrica: si la propiedad tiene más de 10 años, otra gran idea es revisar si hay una fuga eléctrica en la instalación. Esto se hace apagando y desconectando todos los aparatos eléctricos y los focos. Luego hay que revisar si el contador del medidor se detuvo por completo. Si no es así, la razón es que hay una fuga eléctrica, por lo que hay que llamar a un técnico para que revise la instalación y solucione el problema.
- Apaga las luces sin usar: parece una tontería, pero apagar las luces que no se están usando ayuda a ahorrar. Aprovecha la luz natural para iluminar las habitaciones durante el día.
- Desconecta los aparatos eléctricos que no se están utilizando: similar al anterior, la mayoría de los dispositivos consumen energía cuando están conectados, aunque estén apagados o suspendidos.
- Compra dispositivos que utilicen energía solar: pueden ser teclados, lámparas, linternas y baterías portátiles, por ejemplo.
Un inmueble con un uso eficiente de la energía permite ahorrar dinero que se puede emplear en otros elementos que aumenten el valor de la propiedad.
6. No hagas todo el trabajo por tu cuenta
Si has leído hasta aquí, te habrás fijado que en un par de ocasiones recomendamos que llames a un técnico para solucionar un problema.
Demasiadas personas asumen que pueden ahorrar dinero haciendo los trabajos de rehabilitación ellos mismos en lugar de pedírselo a un experto.
Esto puede ser cierto en algunos casos, sobre todo si se trata de trabajos sencillos, pero si el problema es más delicado es posible que lo empeores si no sabes exactamente cómo solucionarlo.
¡Y listo! Ahora ya conoces seis claves para evitar la depreciación de un inmueble propio.
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