Existen tres razones básicas para comprar un departamento en preventa: patrimonio, inversión o vivienda.
Si tu objetivo es invertir tu capital y obtener ganancias, adquirir una vivienda en preventa es una excelente opción, ya que podrás comprar a un precio más bajo de lo que costaría la propiedad terminada y asegurarte una ganancia cuando decidas rentar o vender.
Ahora bien, si lo que deseas es un hogar, comprar en preventa te da el tiempo necesario para organizar tu mudanza, pensar en la decoración y mobiliario de los espacios, así como acceder a promociones y planes de pago que reduzcan el impacto financiero de la compra.
En caso de que lo que busques sea crear o incrementar el patrimonio que heredarás a tus hijos o apoyarlos con la adquisición de su primer hogar, comprar en preventa te da la posibilidad de diluir la inversión en el tiempo y obtener un mejor precio.
Si aún no te decides entre alquilar o comprar departamento y quieres conocer las ventajas de comprar en preventa inmobiliaria, te invitamos a leer este artículo hasta el final. ¡Te ayudará a tomar la mejor decisión!
¿Qué son las propiedades en preventa?
Este concepto de transacción inmobiliaria se hizo popular a partir del año 2000 y hace referencia a la compra de una casa, departamento o cualquier propiedad que forme parte de un desarrollo inmobiliario, pero que aún esté en etapa de construcción.
En otras palabras, estás comprando un inmueble que no está terminado.
Dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre el proyecto, la compra en preventa tendrá mayores o menores beneficios y la toma de posesión del inmueble tardará más o menos tiempo.
4 diferencias con las propiedades listas
A continuación analizaremos las principales diferencias que existen entre las propiedades en preventa y las ya listas:
1. Precio
Según datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), comprar en preventa puede significar un precio entre 15, 20 y hasta 30% más bajo que el valor final de la propiedad, una vez que la obra esté concluida.
Esto quiere decir que si te enamoras de una vivienda cuando es apenas un boceto y firmas un contrato de preventa, no solo podrás pagar un precio bastante asequible, sino que también asegurarás un jugoso retorno de inversión al finalizar el proyecto.
2. Habitabilidad
Si tienes prisa por mudarte, este aspecto puede ser una desventaja para comprar en preventa, ya que las propiedades listas puedes habitarlas tan pronto como ejecutes la operación de compra-venta, pero cuando adquieres una propiedad en un proyecto en ejecución, debes esperar hasta que esté terminado para ocupar la vivienda.
3. Personalización
Cuando adquieres una propiedad en preventa, puedes hablar con la desarrolladora para solicitar remodelaciones, cambios y modificaciones para que, una vez terminada, tu vivienda luzca tal y como la has soñado.
Pero si compras una propiedad lista, deberás asumir las reformas y lidiar tú mismo con la compra de material, los pagos y los trabajadores.
4. Planificación
Cuando compras una vivienda lista puedes mudarte de forma inmediata. Sin embargo, el tiempo que toma la posesión de tu compra en preventa te servirá para rentar o vender tu antigua casa, rescindir el contrato de renta de tu actual vivienda, comprar muebles nuevos, pensar en la decoración de tu nuevo hogar y planificar tu mudanza.
6 ventajas de comprar en preventa
Comprar un inmueble en la etapa de preventa, además de ser la mejor garantía de plusvalía a corto plazo, tiene muchas otras excelentes ventajas para el comprador. A continuación te compartimos seis de ellas:
1. Mejores precios
La principal y más relevante ventaja de comprar en preventa es la posibilidad de adquirir una propiedad nueva por un precio inferior al que tendrá una vez terminada.
Además, si tu capital inicial es bajo, comprar en la primera etapa de preventa puede ser la mejor o única opción para tener casa propia y forjar tu patrimonio.
Adicionalmente, puedes acceder a ofertas de algunas desarrolladoras que otorgan descuentos de entre 3 y 9% a los inversores que entreguen un pago inicial de entre 50 y el 80% del valor total.
2. Facilidades de pago
Dado que la obra se encuentra en ejecución y la entrega no será inmediata, puedes negociar con la desarrolladora un pago inicial mucho más bajo que en el caso de una propiedad terminada.
Además, algunas constructoras pueden ofrecer un “enganche cero” y distribuir el 100% del precio en mensualidades futuras.
También existe la posibilidad de pagar un porcentaje inicial y el resto en cuotas o al momento de la entrega.
3. Oportunidad de elegir
En la etapa de preventa te será posible elegir, de acuerdo a tus necesidades y gusto, el inmueble con la mejor ubicación.
Si se trata de un departamento, por ejemplo, tendrás la oportunidad de seleccionar el nivel, la vista y la disposición para disfrutar de una mejor iluminación y ventilación.
Además, si el desarrollo ofrece variaciones en acabados, número de recámaras, baños y cajas de estacionamiento, podrás elegir la opción que más se ajuste a tus necesidades y bolsillo.
4. Plusvalía a corto plazo
El precio del inmueble, una vez terminado el proyecto, suele ser superior al monto que pagaste por la propiedad en la etapa de preventa y sumado al descuento obtenido, puede llegar a representar una plusvalía a corto plazo, superior a 15%.
Adicionalmente, si la propiedad está ubicada en una zona de alta demanda o crecimiento, la plusvalía puede seguir aumentando con el paso de los años.
5. Ahorro en remodelaciones
Comprar en preventa te da la posibilidad de pedir a la desarrolladora algunas modificaciones que te permitan personalizar tu propiedad y ajustarla a tu gusto y necesidades particulares, evitando gastos, retrasos en la mudanza y molestias posteriores.
6. Tiempo para planificar el mobiliario
Puedes aprovechar el tiempo que transcurrirá entre la compra y la entrega para planificar la distribución de tu nuevo hogar, seleccionar el nuevo colegio de tus hijos (si es el caso), vender las cosas que no te llevarás, elegir nuevo mobiliario, embalar tus cosas y organizar la mudanza sin prisa, ni estrés.
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